viernes, 29 de mayo de 2009

de vuelta.

Hace un calor horrible y los fondos están fatal para surfear. Para colmo de males, esta resaca me está matando, no tengo ni una mísera colilla y ojalá se cayara el niño del cuarto. Echo de menos mi casa...
Hacía meses que no lo pensaba; independizarse es una gran responsabilidad, y también un gran lujo. Pero, ¿independencia de qué, si no tienes a qué volver? Podría quedarme en casa de cualquiera de ellas: siempre me acojerían... Y sin embargo necesito de las broncas de mi madre, la poca fé de mi padre en la filosofía y los chillidos de mi hermana. Por necesitar hasta necesito pelear con alguien con quien sé que puedo hacerlo sin perderlos. Pero... Independizarse no es esto, esto es más bien mudarse y vender el pasado al mejor postor.
En todo este año, me he cruzado con toda clase de personajes, he recorrido media península en furgo y he saboreado las mejores drogas. He surfeado como nunca, mis patrocinadores me han alabado y yo he sonreido. Acto seguido, me he vuelto a enganchar a mi botella de ron, que es lo que mejor me sienta. He metido la pata con mi padre, mi madre me echa de menos y mis hermanos son especiales. He currado en antros de caché fingiendo interés por borrachos con pasta, y me he dejado la piel para compaginar las clases de filo con mi vida. He pedido el traslado de expediente tres veces y he cambiado de colegas tres veces... He empezado de cero tres veces.
He amado una vez y he llorado varias.
Pero esa es la parte negativa... Y nunca me arrepiento de nada.
Si me hubiera quedado allí, seguiría atrapada en ese juego de roles... Nunca hubiera intentado rebelarme, ni ser feliz, ni nada. Los echo de menos.
Pero yo he luchado por mi sueño, y lo he conseguido. No quiero ser una conformista, no me gustan las vidas normales...
He solucionado mi pasado. He grantizado mi felicidad futura.


Me encantan las sirenas. Son tan libres que no aman. Esa es la mayor libertad; la capacidad de amarte sólo a ti mismo, de no importarte nada ni nadie. Porque, al final, lo único que recorta tu felicidad es el miedo a destrozar la de los demás...

jueves, 28 de mayo de 2009

nueva era.

-¡Pero que asco! ¿Por qué me cuentas eso?
- No sé, es simplemente un cotilleo... ¿por qué te pones así? ¿acaso te molesta? - mi cara se vuelve roja de ira mientras susurro>> nooo, ¿por qué iba a molestarme? sólo es X...
- AH, pues eso. Se la folló ayer y tal. Y blabla blabla blalabla bla bla bla...
Se finiquito definitivamente nuestra historia secreta; la fidelidad no tiene porqué ser secreta y empieza el fin de una nueva era.
A partir de ahora voy a ser yo. Voy a dejar subir a X a mi cuarto si es eso lo que tanto desea. Voy a dejar que se ponga nervioso, que trate de camelarme y se me eche encima. El resto te lo puedes imaginar... CANALLA.
Haré todo lo que no he echo en seis meses de "esto". Te arrepentirás, lo sé. Ya lo dijo H, nunca nadie te había tenido tan cogido por los huevines. Y no va a haber segundas partes, no me lo pidas más ni me recrimines cosas del pasado (ese en el que tu y yo NO estábamos). Si hubiera querido no hubiera cambiado. Si hubiera querido hubiera sido cruel. Si hubiera querido ahora el que lloraría serías tú.
Pero, definitivamente, no compartimos el mismo estilo de vida. Te digo adiós, mi amor, mientras me fumo la última uña de este mariachi y pienso a dónde me iré a vivir el año que viene.
Sin duda, la furgo y tu hermano son míos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

DULCES sueños.

Hoy he tenido un sueño un tanto... ¿húmedo? ya me tocaba, la verdad. Mi vida sexual de estos meses para acá ha perdido el ritmo que mantenía desde hace años...
Me he despertado con una dosis de relajación sobrehumana en mis músculos, esa sensación de haber tenido una buena sesión de sexo durante toda la noche. Y mi cara, sinceramente, se ve mucho mas bonita.
Aún recuerdo aquellos dorados años en los que tenía dieciseis... Ai, parece que hayan pasado siglos o tal vez milenios... Decir que con diecinueve a puntito de los veinte me siento vieja es más que triste. Aunque la verdad, no me arrepiento de nada.
Con quince años descubrí la cara fea de los hombres, esos que por tener 25 se piensan que pueden hacer de tu culo un pandero ( y no es una forma de hablar). Recientemente me he vengado de ese asqueroso que se pensó saber más que yo... já. No ha llovido nada desde aquella.
El caso es que me lo encontré en el bar un jueves a eso de las cinco de la madrugada, y él iba cieguísimo. Al principio no me reconoció, pero pronto recobró la memoria y sonrió triunfante: el pobre aún se pensaba que seguía siendo una idiota... A todo esto hay que recalcar que yo iba más que preciosa (era una ocasión especial) y un 80 por ciento de los hombres habían intentado llevarme al lado oscuro para ver si había suerte. Bueno, sigo. El caso es que el imbécil éste se pensó que por haber sido mi amor platónico iba a haber algo, y yo, que ni perdono ni olvido, le seguí el rollito... ¿En que momento le habré visto yo algo a este pedófilo? fue lo primero que pensé. Se creía importante por tener treinta tacos y seguir por ahi de farra todo puesto... En fin, muy triste. El tonto empezó a alagarme, a susurrarme de cuántas maneras me había querido poner en aquella ocasión (en la que yo acabé huyendo asustada después de unas cuántas vejaciones sexuales) y cuántas veces me haría subir al cielo esta noche si accedía. Me trató cómo si fuera una puta, y yo actué como si fuera una puta. En un pasado estas cosas me importaban... pero, ¿ahora? Soy más cara que cualquier fulana del palo.
Me llevó al garito pijo de moda, me invitó a unas cuántas copas y después de haber dejado que me rozara levemente el culo, me regaló unos cuantos polvos de la felicidad a cambio de verme mear... No sé de dónde he sacado la devoción por las braguitas infantiles, pero para éste hombre fue todo un descumbrimiento. Me ofreció más de lo que quería, y yo seguí aceptándolo.
A esas horas ya iba muy ciega, así que opté por reunirme con mis amigas. El tonto no desistió hasta que le saqué todo lo que llevaba encima y le dije que pasara de mí.
La verdad es que la situación llegó a ser muy brusca... Si no fuera por mi gran amigo X que mide dos metros y impone lo suyo aún lo tendría suplicando que le vendiera mis preciosas braguitas de corazones... Fue una noche interesante. De éstas historias que recuerdas siempre riéndote de estos canallas que se piensan que una tía que folle es lo mismo que una zorra barata.
A veces me encanta ser una zorra. Nunca se sabe cuánto dinero puedes llegar a sacar en una noche... y nunca nadie ha dicho que yo vaya a dejar que me la enchufes.
cuan básicos son algunos, mi amor. Cuánto me alegro de que tú no seas así.




Cómo me gusta despertarme así. Definitivamente, amo los sueños húmedos.

martes, 26 de mayo de 2009

día extraño.

Si, supongo que existen formas diferentes de sentirlas cosas.
Puedes tener un día horrible en el que saber que tu antigua chupa vaquera(con la que luchaste por la revolución) te queda pequeña sea el fin del mundo. Entonces existen dos remedios. Para ellos va que ni pintado el refrán que dice "lo que no mata engorda". Puedes optar por la salida fácil: pillarte 20 euros del más rico de los paquistanís y hundirte en tu cama tranquila, mientras analizas el movimiento del humo escapando de tus labios y llorando como una magdalena, porque hasta ese humo tan mágico quiere dejarte allí. Además, Chris Martin te entiende y escuchar "The scientist" te ayuda a no sentirte tan enormemente ilógica: por lo menos ya tienes porqué llorar, ¿no?
También, después de escoger la salida fácil durante repetidas ocasiones(variando la sustancia ingerida) puedes temer por eso que llaman la drogadicción y optas por inflarte como una vaca. Compras un kilo de helado de chocolate y vuelves a ver "Ho voglia di te". ¿Final?
Por favor, en días cómo los de hoy cojan el suficiente dinero como para derrocharlo, vayan a por un conjunto de ropa interior sexy, apaguen la luz y enciendan una vela: a la luz de las velas siempre somos preciosas. Y quiéranse. Ni las calorías ni la resaca ayudarán a cambiar el rumbo de nuestras vidas, y mucho menos a evitar que mañana se despierte igual.


Pero para aquellos que me vengan con el cuento de que al igual que de sentir existen formas diferentes de demostrar amor... Por favor, alejense de mí.
No existen razas, religiones, edades ni sexos que puedan alterar el brillo de los ojos cuándo alguien quiere... No es algo opcional.
Aquellos que quieren de otra manera más personal, o lo demuestran a su manera, simplemente no saben querer.
No me gusta la gente que no me sabe querer.

viernes, 15 de mayo de 2009

yo quiero.

Está nublao. Odio los días así, sientan fatal a mi piel. Y el alcohol y ciertas sustancias ilegales fumadas a tu salud no ayudan mucho a mejorar la situación.
Ya me he desecho de ese pasado tenebroso y amenzante que tanto temía, y, por desgracia, ha tenido que ser un pobre toxicómano el que me haga abrir los ojos... Se supone que las cosas han cambiado, que todo el mundo maduró mucho y que todas esas acciones tan hirientes tan sólo fueron fruto de la edad. MENTIRA.
Yo no he cambiado; sigo siendo la niña de 14 años que empezó a soñar con un futuro de perfecto del que tengo que evadirme: las cosas nunca pueden ser tan redondas. Y entonces, cuándo acepto la insípida realidad, tiendo a meter algún toque telenovelesco a la relación: me da igual fingirme enferma de amor o irme con otro para reclamar acción, no acepto una vida tan normal.
Normalmente la gente busca eso: una vida normal, con una economía normal y una pareja estable(un chico mono al que conoces en la uni porque es muy aplicado), que de vez en cuándo te diga que te quiere y te haga el amor con ternura. Después, tener dos niños(la parejia) con nombres de moda y dejarse la piel en ellos, para que puedan tener todo aquello que nosotros no pudimos (en ocasiones me pregunto, ¿el que?).
El final del hermoso cuento de hadas siempre es el mismo. Imagínalo.
Yo no quiero eso. Yo quiero conocerlo a él y saberlo desde un principio; que me haga temblar y titubear, y desarme toda esa capa de hielo con la que me tapo en invierno. Que no me busque ni se deje conquistar pronto; que sea interesante y vaya despacio. Que me mande señales leves pero necesarias, inagotables. Que no se rinda. Que todo el mundo lo sepa y me envidia.
Quiero que venga y me hable, y cuando ya no pueda más, me empotre contra la pared y me bese largo y tendido, con tanta pasión que se me caiga la mismísima ropa interior al suelo. Y pasarnos toda la noche ardiendo... Y que nunca hagamos lo mismo; ir a hacer surf, ir a la playa, ir al festival de fatboy, recorrer el mundo con la furgo, aprender a hacer snow... Que sobren las palabras. Hablar con ellas, hacer vida social junos y separados, atraernos como imanes siempre. Poder hacer esa casita que TANTO SOÑAMOS en la costa de Río, y conseguir el dinero para montar dos más para ellos. Seguir soñando con estar juntos siempre y untarnos de amor de arriba a abajo... Ver el anochecer desde esa hamaca, fumandonos uno a la salud de los dos, mientras suena MGMT weekend wars...
Celebrar cada día como si fuera el último y comernos a besos.
Y ya, más tarde, tener cinco polluelos hermosos tostados al Sol desde enanos. Enseñarles a hacer surf y tratar de que amen el mar cómo tú, cómo yo. Que aprendan a vivir de la naturaleza, y no crean en la guerra el odio y la envidia... Seamos hippies mi amor.

Dejemos ya de hacer la guerra, vamos a hacer el amor. Seamos especiales.

martes, 5 de mayo de 2009

el final, de nuevo.

Odio la primavera. Ya van dos meses de ella y por su culpa faltan dos cosas esenciales en mi vida.
Yo todo lo achaco a ésta estación impregnada de polen y hormonas. ¿No ha sido a partir de ella cuando todo ha cambiado? Pues sí, claro que sí. Es cierto que tampoco era feliz del todo antes, pero por lo menos era práctica y realista. Quien me viera ahora, después de haber despertado de este dulce letargo que fuiste tú, mi príncipe frustrado... Quien me viera pensando que quizas no todo es lo que parece.
A veces peco de ilusa. Casi tanto como de soñadora. Pero confío en que la vida me haga escarmentar lo suficiente para reconocer ciertas señales, como cuando un hombre te quiere por lo que ERES entre las piernas. Sí sí, yo también era de las que creían que sólo era por lo que teníamos, pero resulta que no. Nuestra personalidad ha de estar concentrada en ese zona de los bajos para demostrar lo guays, divertidas, apañadas y sensibles que somos. Y todo ésto está basado en la experiencia... No es que me lo haya sacado de la manga. Tú debes hacerlos sumamente felices, chillar como una descosida y fingir varios espasmos a la vez que accedes a ponerte en las posturas mas humillantes del kamasutra para que ellos digan: "joder, esta tía es super simpática! quiero ser su AMIGO!". A todo esto, definiremos amigo como aquel ejemplar que pretende follarte sin tener que preparar unos preliminares dignos y que jamás te admitirá como nada oficial.
También puedes no acceder a todas las cochinadas dichas anteriormente, pero si a acostarte con él. He de decirte, amiga, que es la peor opción que existe. Pasas desapercibida por su cama, sin pena ni gloria, él a penas hablará porque le parecerá mal y/o una ofensa esas risitas que soltaste cuándo te azotó las cachas y jamás te llamará. Y lo peor de todo, es que será un mal follador, gay frustrado, que sólo quiere hacerse el hombre delante de sus colegas.
¿Lo mejor? CERO SEXO. El sexo y los hombres en una frase sólo traen problemas. Nunca podrás ser lo que en realidad quieres ser, porque o te tachan de frígida o de zorrón.
¿Por qué todo esto ahora? Ai, mi amor. Con lo que yo confié en ti y tú no haces más que defraudarme... Se supone que somos amigos (claramente se ve la opción que yo escogí) y que tú no sientes algún interés especial/oculto hacia mí. Entonces, mi vida, ¿que es lo que se supone que pretendes que haga cuándo te acicalas así por y para MI?


Tantos prejuicios y al final el más inculto de todos eres tú, mi cielo, que ni siquiera puedes adivinar cuales son tus sentimientos.

Me frustras. Me frustras en lo más profundo, porque no sé a qué viene esa desconfianza... No sé a cuento de que yo he de seguir empeñada en sacar todo esto hacia delante. Si no me equivoco aqui la depredadora soy yo, y no pienso dejar que me cacen tan fácilmente...


Te esperé en la playa y sólo conseguí entristecerme. Todo ese plan tan fantástico lo ideé por y para ti... Hacer surf no es lo mismo sin mi entrenador favorito.
Y fue ver que sólo íbamos los cinco, yo como macro condón para notar que ya estaba. Todo está acabado. No quedan más oportunidades que darte, ni explicaciones, ni siquiera esperanza. Porque todo lo has agotado. Y créeme mi amor, que me duele en el alma dejarte.





FIN.