viernes, 15 de mayo de 2009

yo quiero.

Está nublao. Odio los días así, sientan fatal a mi piel. Y el alcohol y ciertas sustancias ilegales fumadas a tu salud no ayudan mucho a mejorar la situación.
Ya me he desecho de ese pasado tenebroso y amenzante que tanto temía, y, por desgracia, ha tenido que ser un pobre toxicómano el que me haga abrir los ojos... Se supone que las cosas han cambiado, que todo el mundo maduró mucho y que todas esas acciones tan hirientes tan sólo fueron fruto de la edad. MENTIRA.
Yo no he cambiado; sigo siendo la niña de 14 años que empezó a soñar con un futuro de perfecto del que tengo que evadirme: las cosas nunca pueden ser tan redondas. Y entonces, cuándo acepto la insípida realidad, tiendo a meter algún toque telenovelesco a la relación: me da igual fingirme enferma de amor o irme con otro para reclamar acción, no acepto una vida tan normal.
Normalmente la gente busca eso: una vida normal, con una economía normal y una pareja estable(un chico mono al que conoces en la uni porque es muy aplicado), que de vez en cuándo te diga que te quiere y te haga el amor con ternura. Después, tener dos niños(la parejia) con nombres de moda y dejarse la piel en ellos, para que puedan tener todo aquello que nosotros no pudimos (en ocasiones me pregunto, ¿el que?).
El final del hermoso cuento de hadas siempre es el mismo. Imagínalo.
Yo no quiero eso. Yo quiero conocerlo a él y saberlo desde un principio; que me haga temblar y titubear, y desarme toda esa capa de hielo con la que me tapo en invierno. Que no me busque ni se deje conquistar pronto; que sea interesante y vaya despacio. Que me mande señales leves pero necesarias, inagotables. Que no se rinda. Que todo el mundo lo sepa y me envidia.
Quiero que venga y me hable, y cuando ya no pueda más, me empotre contra la pared y me bese largo y tendido, con tanta pasión que se me caiga la mismísima ropa interior al suelo. Y pasarnos toda la noche ardiendo... Y que nunca hagamos lo mismo; ir a hacer surf, ir a la playa, ir al festival de fatboy, recorrer el mundo con la furgo, aprender a hacer snow... Que sobren las palabras. Hablar con ellas, hacer vida social junos y separados, atraernos como imanes siempre. Poder hacer esa casita que TANTO SOÑAMOS en la costa de Río, y conseguir el dinero para montar dos más para ellos. Seguir soñando con estar juntos siempre y untarnos de amor de arriba a abajo... Ver el anochecer desde esa hamaca, fumandonos uno a la salud de los dos, mientras suena MGMT weekend wars...
Celebrar cada día como si fuera el último y comernos a besos.
Y ya, más tarde, tener cinco polluelos hermosos tostados al Sol desde enanos. Enseñarles a hacer surf y tratar de que amen el mar cómo tú, cómo yo. Que aprendan a vivir de la naturaleza, y no crean en la guerra el odio y la envidia... Seamos hippies mi amor.

Dejemos ya de hacer la guerra, vamos a hacer el amor. Seamos especiales.

1 comentario: