domingo, 13 de junio de 2010

reflexión.

Odio no poder hacer viajes místicos extra-corporales.
Sería TAN increíble poder escaparme de mí misma y de todo lo que me rodea...
A veces es claustrofóbico convivir siempre conmigo.
Me asustan los pensamientos negativos, como si fuera mi enemiga, como si tuviera ganas de torturarme por cada defecto, cada cagada, cada día que no hay Sol.
No entiendo cuando empezó a pasar esto, antes realmente me caía bien... ¡Me quería tanto!
Supongo que en el momento en que quieres a alguien y dejas de ser uno para ser dos lo cambia todo.Ya no miras por ti, ya miras por él. Da igual estar bien o mal, pero él tiene que ser feliz. No sé, no entiendo en que momento dejé que alguien me importara tanto cómo para enfadarme desde lo más profundo de mi ser conmigo y no querer hablarme nunca más.
He hablado con S. Es otro capullo más, que me importaba un poco, bueno quizá más de lo que creía. Me cuidaba él de mí, así que ya no tenía que preocuparme yo de herirme. Era gratificante. Pero es un capullo más. ¡Ai que ver cómo engaña la gente...!
No sé si se merece mi perdón; hasta mi Yo rencoroso está de acuerdo de que por mucho que yo la cague y recague, deben amarme muuuchiiisimo más que esas mierdas que últimamente me demuestran.
También sé que asusto. Él me lo dice. Mi forma tan utópica de ver el mundo asusta. . Éstos sueños en los que vivo a veces, no sé si nadie está preparado para escucharlos.
Pero sin duda, si todo fuera cómo yo tengo pensado que sea, todos seríamos mejores, yo sería mejor, más feliz, y dejaría de tratar de destruírme por el bien de éste mundo poco preparado para la gente que quiera ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario