martes, 16 de junio de 2009

amor.


- ¿Cómo lo conociste? - S. no dejaba de preguntar, y yo siempre trato de ser escueta cuando hablo de él.

- En una verbena, con trece años.Él iba todo borracho, y me acosó hasta que me hizo gracia...

No sé si era porque estaba poco habladora ayer, o porque de veras no conocía la historia, pero el interrogatorio se prolongó más de lo normal.

- ¿Te acosó? jajaja... ¿ Y tú que hiciste? ¿Te liaste con él?

- ¿Cómo me iba a liar con él? ¡Tenía novia, cómo siempre! y yo no estaba dispuesta a ser una más, así que pasé de él. - S. no parecía encontrar sentido a las palabras;la bonita historia de amor digna de película no se divisaba. No se olía más que alcohol, sexo y puertad.

-¡¿Entonces?!

- Sólo me enamoré de él. Lo esperé sin prisa, siéndole fiel y guardando todo lo importante por descubrir hasta que lo consgiuiera- sonreí con cara de tonta, ella esperaba en silencio. - Un año más tarde, en la misma verbena, me pidió rollo todo borracho. Otra vez tenía novia... Así que me volví a hacer de rogar.

- ¡¿Esperaste otro año más?! - No le respondí al instante. Tenía que ordenar todos esos recuerdos de mi vida para poder explicárselos lo suficientemente bien como para que lo entendiera. Suspiré. Los recuerdos, de nuevo.

>> Hei bruja, ¿estás bien? ¡si no quieres hablar del tema no pasa nada eh!

-No no, es que estaba pensando... La noche esa, estaba igual de borracho, pero incluso más pesado. Discutimos durante horas y al final, con una birra en la boca, mordiendo la boquilla, y un peta en la mano, me dijo que le gustaba mucho.

- ¡Oooooh! ¿Y entonces os liasteis?

- No, esperamos al día siguiente. Y luego ya empezamos a estar juntos.

- ¡OH! ¿Era el primero con el que te liabas?

- Sí...

- No me extraña que sea tan especial entonces...

- ¡Que va! fue la peor experiencia de mi vida... No sé que le pasaba a él por esa época, pero llegó igual de borracho aquella tarde que noche anterior y la boca le sabía a mierda. Sólo fue bonito porque fue con él.

- ¿Que más?

- El resto lo sabe todo el mundo.... Estuvimos tres años y medio; el primero y medio a escondidas, increíble. Nos llevábamos genial, lo hicimos, planeamos nuestro futuro y uf... todo era positivo. Al año y medio me descubrió mi madre de nuevo, y me dejó estar con él; ese verano mi padrino le metió una paliza, y a mi me encerraron en casa todo el verano.

- ¿Le pegó? ¿por qué?- conocía esa voz de justiciera que le salía a S. cuando se ponía de mal humor; la abogada que llevaba dentro se tragaba las leyes y no atendía a razones.

- No lo sé- suspiré. Ese tema ya no me gustaba nada. - Las cosas son así y punto; a nadie de mi familia le gustaba y él hizo lo que todos deseaban...

- Pero, ¿fue delante tuya? - mi risa ácida me traicionó y S. permaneció en silencio.

- Pues claro. - pude notar como cortaba el silencio, como me poseía la ansiedad de ese día. Como él escapaba de ese pariente tan querido antes, y cómo éste le aporreaba una y otra vez, sin importar mi presencia.

- ¿Y por qué te castigaron?

- Por escogerlo a él y no a ellos.

Le resumí todas las cosas que hicimos juntos, todos los lugares preciosos que conocí, y cuanto nos quisimos, aunque yo lo hiciera más. Le perdoné muchas cosas, pero todo valió la pena.

Le conté como a partir de los dos años nos quemaron, y empezamos a distanciarnos. Como dejé de quererlo tanto, o con tanta seguridad. Como quise vivir y lo herí profundamente. También le expliqué cuantas veces me perdonó y cuantas veces volví después de acabar con el gigoló de turno. Me consoló hasta cuándo el que me había roto el corazón era otro.

El último año fue duro, quizá el más difícil de mi vida. Le expliqué, sin tratar de justificarme, cómo lo abandoné por dañar mi orgullo, y como se dio completamente a los polvos mágicos. Como me suplicó que no lo dejara, y cómo amarré un coma etílico digno de mi dolor. Como me costó alejarlo de mi vida, y cuantas lágrimas he llorado. Como escapé de todo; como dejé de vivir.

- ¿Sigues enamorada de él?

- Yo siempre estoy enamorada de él, S.

- ¡Vuelve con él!

- No... ya he querido adoptarlo allá atrás en Diciembre. Pero es mejor que no pase.

- Oh.

- Puedo vivir así. Puedo quererlo de lejos. Pero a veces no tengo el suficiente valor cómo para quererlo de cerca. No puedo volver a arriesgarme. Podría morir en el intento.... - traté que no sonara forzado ese tono cómico, pero de nuevo lo único que conseguí fue compasión.

- Sabes que te esperan mil más para destrozarte el corazón, ¿no?

- Cómo dijo un sabio, el corazón sólo te lo rompen una vez. Luego, lo único que consiguen es hacerle pequeños rasguños que a penas duelen...



PUES GRACIAS A DIOS!!!!!!!!!!



2 comentarios:

  1. Los corazones vacíos aun pueden romperse, pero ya sabrás que esta vez no derramarán nada, ni sangre ni llanto. Esta vez no vienen con sello de garantía y no son nada confiables. Pero siguen siendo nobles, y el corazón es el corazón, aunque esté roto, surcido o crucificado. Debería quedarse con uno y no querer irse con nadie más. Mi corazón está vacío, pero al menos sé que ya no alberga engaños. Es como ese viejo cofre bonito en el que esperas un día volver a guardar algo bien especial.

    Un beso.

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